martes, 23 de noviembre de 2010

CAUTIVAR

Una de las palabras que empleamos en relación con el amor es cautivar. ¿Es sólo una metáfora?

Que me ame la joven que recientemente me ha cautivado.

quae me nuper praedata puella est,
    ... amet


Aquí tienes a alguien que será tu esclavo durante largos años; 
aquí tienes a alguien que sabrá amar con fe sincera.

            Accipe, per longos tibi qui deserviat annos;             
accipe, qui pura norit amare fide!

Ovidio, Amores 1.3

Si hay alguien que piense que ser esclavo de una mujer es cosa vergonzosa, 
yo quedaré ante su juicio convicto de tal vergüenza.

Siquis erit, qui turpe putet servire puellae,
    illo convincar iudice turpis ego!

Ibídem 2.17


       "La esclavitud en el pensamiento griego proporciona una potente imagen de sometimiento a la parte inferior, bestial e irracional de la identidad humana, puesto que los esclavos eran a menudo bárbaros considerados sexualmente más indulgentes y apasionados, y por ello “naturalmente” aptos para ser dominados por los superiores griegos. […]

       Como metáfora, pues, la esclavitud sugiere no sólo sometimiento  a la voluntad de otro sino además la pérdida de humanidad, el descenso al mundo natural de las bestias irracionales."

THORNTON, BRUCE S., Eros: the myth of ancient Greek sexuality, pág. 44 


lunes, 22 de noviembre de 2010

AMOR Y AMOR

El tema del amor es apasionante, entre otras razones, porque ni siquiera para definirlo nos ponemos de acuerdo. Me había dado cuenta de esto hacía tiempo, pero lo he visto especialmente claro al realizar este montaje, y sobre todo al intercambiar impresiones y opiniones con distintas personas. Nuestras conversaciones eran en cierto modo diálogos de sordos, ya que mientras yo hablaba del amor como atracción y deseo de unión sexual, esas personas se referían a convivencia dentro de la pareja, cariño y demás sentimientos nobilísimos. Yo llamaba amor a la atracción de Megila por Leena, mientras que mi interlocutora me interrumpía para corregir: "Pero eso no es amor"; yo me lamentaba por no haber podido incluir en mi montaje uno de los aspectos del amor, el de la búsqueda insaciable de una nueva pasión, y otra de mis interlocutoras replicaba con una mezcla de incomprensión e indignación: "Pero eso no es amor, es hedonismo."


Con uno de mis colegas (el que me pasó el libro de Denis de Rougemont) hablaba de esta confusión, o mejor dicho, de esta divergencia, y él me explicaba que al llamar amor a la convivencia matrimonial, por ejemplo, se estaba intentando cuadrar un círculo, dado que el amor poco o nada tiene que ver con la rutina de una pareja.

Todo este galimatías conceptual parte de un hecho antiguo, como de costumbre, un hecho cultural y lingüístico. Los griegos llamaban ἔρως al amor pasional o de pareja, a la atracción sexual, mientras que para el amor entre amigos reservaban la raíz de φιλία y para el amor cristiano el término ἀγάπη.

He aquí una definición de amor-ἔρως:

       Al apetito que, sin control de lo racional, domina ese estado de ánimo que tiende hacia lo recto, y es impulsado ciegamente hacia el goce de la belleza y… es arrastrado hacia el esplendor de los cuerpos, y llega a conseguir la victoria en este empeño, tomando el nombre de esa fuerza que le impulsa, se llama Amor. 

       ἡ γὰρ ἄνευ λόγου δόξης ἐπὶ τὸ ὀρθὸν ὁρμώσης κρατήσασα ἐπιθυμία πρὸς ἡδονὴν ἀχθεῖσα κάλλους, καὶ... ἐπὶ σωμάτων κάλλος ἐρρωμένως ῥωσθεῖσα νικήσασα ἀγωγῇ, ἀπ᾽ αὐτῆς τῆς ῥώμης ἐπωνυμίαν λαβοῦσα, ἔρως ἐκλήθη.

Platón, Fedro 238b-c


El verbo correspondiente es ἐράω "amar", "estar enamorado". Para amar en sentido fraternal o cristiano se usaban ἀγαπάω y φιλέω, como se aprecia muy bien en Juan 21:16-17 

Y volvió a decirle por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Pedro le dijo: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dijo por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?"

λέγει αὐτῷ πάλιν δεύτερον Σίμων Ἰωνᾶ, ἀγαπᾷς με; λέγει αὐτῷ Ναὶ Κύριε, σὺ οἶδας ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ τρίτον Σίμων Ἰωνᾶ, φιλεῖς με; 

En cambio, los romanos empleaban en todos estos casos el sustantivo amor y el verbo amare. Amas a alguien simplemente si te cae bien, como vemos en Cicerón, Cartas a Ático 9.18.1 (después de entrevistarse con Julio César):

Creo, pues, que no le agrado

Credo igitur hunc me non amare

Y lo amas si deseas unirte sexualmente a él, como Ovidio, Amores 3.11b:

recrimino tu falta de moral, pero amo tu cuerpo

aversor morum crimina — corpus amo


 
Las lenguas modernas de Occidente han heredado de la cultura latina antigua y medieval esta anfibología: amar, amare, aimer, love, lieben... Y ya no podemos librarnos de los diálogos de sordos, como no podemos librarnos del Amor.


Hay un libro sobre este tema: Edith Fischer, Amor und Eros: eine Untersuchung des Wortfeldes "Liebe" im Lateinischen und Griechischen, 1973 ("Amor y Eros: un análisis del campo semántico del amor en latín y griego").

TODAS ME GUSTAN

No es un determinado tipo de belleza el que provoca mi amor. Son cien los motivos para que yo siempre esté enamorado. Si hay alguna que baja hacia sí sus vergonzosos ojos, me abraso por ella y ese su pudor es para mi una asechanza; si hay alguna que sea atrevida, me veo cautivado por ella, porque no es pueblerina y promete ser inquieta en el blando colchón; si alguna me ha parecido desabrida, émula de las severas sabinas, pienso que me quiere pero que en el fondo lo disimula; si eres culta, me agradas por poseer tan insólitas cualidades; si eres ruda, me resultas placentera por tu sencillez. Hay una que dice que, al lado de los míos, los versos de Calímaco son rústicos: a la que le gusto, al momento ella también me gusta a mí; hay también una que me censura como poeta y que critica mis versos: quisiera tener debajo de mí muslo a la que me critica. Es sensual en sus andares: me cautiva su movimiento; otra es altiva: pero podría ablandarse al contacto con un hombre. A ésta, porque canta dulcemente y modula con facilidad su voz, quisiera darle besos furtivos mientras está cantando. Esta pulsa con su hábil pulgar las quejumbrosas cuerdas: ¿quién puede dejar de amar manos tan sabias? Esa me place por sus ademanes, mueve los brazos con ritmo y dobla su cadera delicada de modo sensual. Para callar sobre mí, que por cualquier motivo me veo seducido, pon al lado de ésa a Hipólito y se convertirá en Priapo. Tú como eres tan alta, te pareces a las antiguas heroínas y puedes abarcar el lecho entero cuando yazcas sobre él. Esta es manejable por lo pequeña que es; ambas me destrozan: se avienen con mi deseo tanto la alta como la baja. Si no se arregla, me imagino cuánto podría aumentar sus encantos si se arreglara. Va adornada: entonces es que exhibe sus propias cualidades. Me cautivará una muchacha de pálida tez, me cautivará una rubia. También en la tez morena hay un atractivo seductor. Si unos cabellos oscuros cuelgan sobre un cuello de color nieve, Leda fue digna de admiración por su cabellera negra. Si son rubios, también la Aurora estaba atractiva con sus cabellos azafranados. A todas las leyendas se adapta mi amor. La edad juvenil me atrae y me seduce la edad más madura: una destaca por su hermosura exterior, la otra por su modo de ser. En resumen, mi amor está al acecho de todas esas mujeres que gozan de prestigio en Roma entera.

Ovidio, Amores 2.4

"DIÁLOGO DE LAS CORTESANAS", DE LUCIANO

Diálogo de las cortesanas                                                            

domingo, 21 de noviembre de 2010

EL AMOR EN LA VEJEZ

Iré subiendo a partir de hoy los pasajes que no han tenido cabida en el montaje, tanto de obras literarias antiguas como de estudios y ensayos modernos.

Otra vez Eros, mirándome lánguidamente con sus ojos bajo sus párpados oscuros, con mil incitaciones me empuja dentro de la red inextricable de Afrodita. Le temo según viene, igual que un caballo sufridor del yugo que compite en los Juegos a la vejez mal de su grado con el carro veloz entra en la carrera. 

Íbico, 287

Traducción de Francisco Rodríguez Adrados

EL LENGUAJE DEL AMOR

Hoy he llegado al final del montaje, al minuto 47. Sin embargo, no lo he terminado. Ahora tengo por delante una tarea en cierto modo menor (en comparación con la elaboración del guión, la elección de textos, imágenes y música, el procesamiento de las fotografías y la edición básica del videomontaje), pero muy importante: añadir efectos a los clips de vídeo y a los títulos.

El título será El lenguaje del Amor. Consta de nueve partes, una introducción y ocho capítulos, cada uno centrado en uno de los símbolos o términos asociados al Amor en el arte y en la lengua, tanto literaria como cotidiana:

1. Introducción.

2. La rosa.

3. Las alas.

4. La flecha.

5. La conquista.

6. La locura.

7. El fuego.

8. El remedio.

9. La eternidad.

Los textos literarios pertenecen principalmente a Ovidio (Amores y Remedios contra el amor), Propercio y Tibulo, pero también a Catulo, Aquiles Tacio, Longo de Lesbos, Platón, Hesíodo, Safo, Sófocles, Mimnermo, Anacreonte, Marcial, Calímaco, Meleagro, Mosco de Siracusa e Himno Órfico a Eros.

Todos los autores griegos y romanos hablan del Amor con una sola voz, y lo seguimos haciendo nosotros, a pesar de no darle importancia, cuando regalamos rosas, cuando decimos "amar con locura", "embelesar", "hechizar", "cautivar", "morir de amor", "flechazo", "alianza", "conquista", "pasión", "traición", "desengaño"...


Tanto en el blog como en la descripción de los vídeos de Youtube iré transcribiendo los textos junto con la información sobre la procedencia de las imágenes que los acompañan, como esta de una estatuilla de Myrina (Misia, Turquía), que representa a Eros quemando sobre un pequeño altar al alma, simbolizada por una mariposa (Museo Británico):


A través de estos textos e imágenes, el alumno puede iniciarse en un tema generalmente olvidado en la enseñanaza del Griego, el Latín y la Cultura Clásica, a pesar de la importancia de la poesía lírica en el mundo antiguo y la omnipresencia de los símbolos relacionados con el Amor en el arte clásico, neoclásico e incluso contemporáneo. Espero que con este montaje vean, por una parte, que la poesía lírica no habla de temas ajenos a su vida diaria y, por otra, que una obra de arte no es sólo lo que ven con sus ojos, sino lo que alegóricamente representa.

domingo, 14 de noviembre de 2010

QUIÉNES HACEN LA GUERRA

"El hecho de que, en la antigua Grecia, los profesionales de la guerra fueran sólo hombres no permite asumir que sólo ellos fueran generadores de violencia, ni que la posición de víctima, la del lado del pasivo llanto, sea la única posible para la mujer en un contexto agresivo. [...]

Nuestra encuesta sobre el conflicto marcado por la división sexual niega como punto de partida el carácter sistemático de la ecuación «violencia es a masculinidad lo que hedonista pacifismo a feminidad»."

Ana Iriarte & Marta González 
Entre Ares y Afrodita. Violencia del erotismo y erótica de la violencia en la Grecia antigua, pág. 12.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

AMOR SECRETO

Antonio Rossetti, Amor Secreto, 1876, en la Walker Art Gallery de Liverpool:


ENTRE ARES Y AFRODITA

El viernes me compré Entre Ares y Afrodita. Violencia del erotismo y erótica de la violencia en la Grecia antigua (Madrid, Abada Editores, 2010), un estudio escrito conjuntamente por Ana Iriarte, Doctora por el ÉHÉSS de París y Profesora de Historia Antigua en la Universidad del País Vasco, y Marta González, Doctora en Filología Clásica y Profesora de Filología Griega en la Universidad de Málaga.

Iré reproduciendo en los próximos días algunos fragmentos de este interesantísimo libro, porque no tiene desperdicio. Hoy me limitaré a citar parte de la nota editorial que aparece en la contraportada de la obra. En mi opinión, no sobra ni una coma:

"La fuerza bruta y la persuasión erótica, también irresistible. Dos formas de doblegar, de imponer el propio criterio, en modo alguno equivalentes entre sí, pero comparadas por los griegos como fuerzas que, en el seno del matrimonio, actúan en beneficio exclusivo de una de las partes. Así quedó expresada, en la primera obra de la literatura occidental, la tensión inherente a la alianza por excelencia entre hombre y mujer; alianza proclive a abrigar el intento por cada una de las partes de 'subyugar' a la otra, cuando no solidaria de la "afeminada" venganza.

Son violencias acordes con la antigua división de los roles sexuales o, si se prefiere, 'guerra de sexos' desde la que el presente libro se propone acceder a hilos de pensamiento capaces de elucidar un tipo de conflicto que la modernidad, cargada con el lastre del pasado, sigue estando lejos de resolver."

martes, 9 de noviembre de 2010

ACTUALIZACIÓN

Con 38 minutos de montaje ya casi ultimados (calculo que me quedan otros 10), las ideas están ya bastante definidas:

1.  Lo he dividido en 7 (u 8) capítulos, aparte de una introducción.

2. Cada uno, incluida la introducción, consta de dos partes: una expositiva, con breves explicaciones mías, y a continuación otra literaria que la ilustra, con extractos de autores antiguos, casi exclusivamente poetas.

3. La mayor parte de los autores citados son latinos (sobre todo, Ovidio y Propercio, pero también Tibulo, Catulo y Marcial, entre otros), debido a su mejor estado de conservación, pero todos los tópicos que aparecen en las citas fueron explotados ya por los griegos: no hay línea divisoria. Un ejemplo, Teócrito, Idilio 6.19 y Ovidio, Amores 2.19.36:

Huye de quien la quiere y al que no la quiere persigue

(καὶ φεύγει φιλέοντα καὶ οὐ φιλέοντα διώκει)

Huyo de lo que me sigue y sigo a lo que me huye

(quod sequitur, fugio; quod fugit, ipse sequor)

4. Por este mismo hecho puramente circunstancial, el "tipo" de amor referido en cada pasaje es casi exclusivamente heterosexual, ya que la poesía homoerótica no fue tan cultivada por los autores romanos, pero una vez más el resultado es indiferente: cada tópico, cada verso es aplicable a cualquier "clase" de amante, puesto que el amor es el mismo para todos (Virgilio, Geórgicas 3.244).

 5. También por eso mismo he evitado emplear los teónimos Eros y Cupido, y los he unificado bajo la forma castellana Amor. Se trata siempre del mismo dios, de la misma fuerza natural, y en todo caso, el guión del montaje no tenía cabida para ese tipo de explicaciones.

6. Todas las imágenes de esculturas aparecen con fondo negro, después de haber sido procesadas con Gimp, como ésta de Henri-Joseph Ruxthiel, Zéphyr et Psyché, que tomé en el Louvre. El resultado siempre es superior al de la imagen original, ya que elimina el fondo natural del museo, repleto de elementos extraños, resalta la figura que interesa y a veces, al borrar parte de la imagen original (aquí, la roca que sirve de base) refuerza el efecto buscado por el artista, en este caso, la sensación de vuelo (el viento Zéfiro lleva en volandas a Psique, el Alma):


jueves, 28 de octubre de 2010

"AMOR PLATÓNICO"

       "Es pérfido aquel amante vulgar que se enamora más del cuerpo, pues ni siquiera es estable, al no estar enamorado tampoco de una cosa estable, ya que tan pronto como se marchita la flor del cuerpo del que está enamorado, “desaparece volando”, tras violar muchas palabras y promesas."

πονηρὸς δ᾽ ἐστὶν ἐκεῖνος ὁ ἐραστὴς ὁ πάνδημος, ὁ τοῦ σώματος μᾶλλον ἢ τῆς ψυχῆς ἐρῶν· καὶ γὰρ οὐδὲ μόνιμός ἐστιν, ἅτε οὐ μονίμου ἐρῶν πράγματος. ἅμα γὰρ τῷ τοῦ σώματος ἄνθει λήγοντι, οὗπερ ἤρα, οἴχεται ἀποπτάμενος, πολλοὺς λόγους καὶ ὑποσχέσεις καταισχύνας·

Platón, Banquete 183e

AMOR, UN AMO LOCO Y SALVAJE

“¿Cómo eres, Sófocles, en relación con los placeres sexuales? ¿Eres capaz aún de acostarte con una mujer?” Y él respondió: “Cuida tu lenguaje, hombre; me he liberado de ello tan agradablemente como si me hubiera liberado de un amo loco y salvaje.”

“πῶς,” ἔφη, “ὦ Σοφόκλεις, ἔχεις πρὸς τἀφροδίσια; ἔτι οἷός τε εἶ γυναικὶ συγγίγνεσθαι”; καὶ ὅς, “εὐφήμει,” ἔφη, “ὦ ἄνθρωπε· ἁσμενέστατα μέντοι αὐτὸ ἀπέφυγον, ὥσπερ λυττῶντά τινα καὶ ἄγριον δεσπότην ἀποδράς.”

Platón, República 329c


lunes, 25 de octubre de 2010

AMOR Y ALMA

Fotografía que tomé en el Louvre el pasado mes de agosto: Cupido y Psique
de Antonio Canova (1757-1822). Con el programa GIMP he recortado las figuras y las he pegado sobre un fondo negro.

sábado, 16 de octubre de 2010

AMOR Y GUERRA, OTRA VEZ

"El matrimonio es como la vida real: un campo de batalla y no un lecho de rosas."

Robert Luis Stevenson



A propósito de esto, una película genial: La Guerra de los Rose (con unas cuantas frases de Michael Douglas y Danny de Vito que quitan el hipo).



lunes, 11 de octubre de 2010

SUMISIÓN

"El amante sitia a la Dama. Se lanza a amorosos asaltos a su virtud. La acosa, la persigue, intenta vencer las últimas defensas de su pudor, y tomarlas por sorpresa; finalmente, la Dama se rinde incondicionalmente. Pero entonces, por una curiosa inversión muy típica de la cortesía, es el amante quien será su prisionero. Se convertirá en vasallo de esa señora según la regla de las guerras feudales, exactamente como si fuese él quien hubiese experimentado la derrota."

Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979, pág.249

sábado, 9 de octubre de 2010

AMOR Y GUERRA, UNA VEZ MÁS

"Igual que la pasión, el gusto por la guerra procede de una concepción de la vida ardiente que es una máscara del deseo de muerte."

Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979, pág. 320

FELICIDAD Y MATRIMONIO

"La felicidad, repiten las prédicas de las revistas, depende de esto, exige aquello; y esto o aquello es siempre algo que hay que adquirir, con dinero las más de las veces. El resultado de esa propaganda es a la vez obsesionarnos con la idea de una felicidad frágil y hacernos inaptos para poseerla. Pues todo lo que nos proponen nos introduce en el mundo de la comparación, en el que ninguna felicidad podría ser establecida mientras el hombre no sea Dios. La felicidad es una Eurídice: se la pierde en el momento en que se pretende agarrarla. No puede vivir más que en la aceptación, y muere en la reivindicación. [...]

Fundamentar el matrimonio en semejante "felicidad" supone por parte de los modernos una capacidad de aburrimiento casi morbosa, o la intención secreta de hacer trampas. Es probable que esa intención o esa esperanza expliquen en parte la felicidad con que la gente se casa aun "sin creer en el matrimonio".  El sueño de la pasión posible actúa como una distracción permanente, anestesiando las rebeliones del aburrimiento. [...]


O el aburrimiento resignado o la pasión: ese es el dilema que introduce en nuestras vidas la idea moderna de felicidad."

Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979, págs. 282-3

AMOR Y MATRIMONIO

"Estas son las fuerzas presentes: por una parte, una moral de la especie y de la sociedad en general, pero más o menos impregnada de religión; es lo que se llama la moral burguesa; por otra, una moral inspirada por el ambiente cultural, literario, artístico; es la moral pasional o novelesca. Todos los adolescentes de la burguesía occidental son criados en la idea del matrimonio, pero al mismo tiempo están bañados en una atmósfera romántica mantenida por sus lecturas, por los espectáculos y por mil alusiones cotidianas, en las cuales se subentiende poco más o menos que la pasión es la prueba suprema, que todo hombre debe un día conocerla y que la vida sólo puede ser vivida plenamente por los que "pasaron por ahí". Y la pasión y el matrimonio son por esencia incompatibles. Sus orígenes y sus finalidades se excluyen. De su coexistencia en nuestras vidas surgen interminablemente problemas insolubles y ese conflicto amenaza permanentemente a todas nuestras "seguridades" sociales."

Pág. 279


Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979

AMOR Y GUERRA, DE NUEVO

"Nuestra noción del amor, que envuelve a la que tenemos de la mujer, se encuentra vinculada a una noción de sufrimiento fecundo que halaga o legitima oscuramente, en lo más secreto de la conciencia occidental, el gusto por la guerra. Pág. 247.

Ya desde loa antigüedad, los poetas han utilizado metáforas guerreras para describir los efectos del amor natural. El dios del amor es un arquero que dispara flechas mortales. La mujer se rinde al hombre que la conquista porque es el mejor guerrero. Lo que está en juego en la guerra de Troya es la posesión de una mujer. Una de las más antiguas novelas que poseamos, el Teágenes y Cariclea de Heliodoro (siglo III) habla ya de las "luchas de amor" y de la deliciosa derrota de aquel "que cae bajo los dardos inevitables de Eros".


Todo esto confirma el vínculo natural, es decir, psicológico, del instinto sexual y del instinto combativo."

Pág. 248.

Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979

sábado, 2 de octubre de 2010

PASIÓN = SUFRIMIENTO

pasión < lat. passio < patior "sufrir"

πάθος: sufrimiento (πάσχω "sufrir"); pasión

Gracias, Javier, por pasarme este libro. Es una auténtica mina que te abre los ojos.

Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979

La concordancia entre amor y muerte despierta en nosotros las más profundas resonancias. Pág. 15

Amor y muerte, amor mortal: si no es toda la poesía, es al menos todo lo que hay de popular.

Lo que exalta el lirismo occidental no es el placer de los sentidos ni la paz fecunda de la pareja. Es menos el amor colmado que la pasión de amor. Y pasión significa sufrimiento.

En "pasión" ya no vemos "lo que sufre", sino "lo que es apasionante". Y sin embargo, la pasión de amor significa, de hecho, una desgracia. Pág.16

Necesitamos de un mito para expresar el hecho oscuro e inconfesable de que la pasión está vinculada con la muerte y que supone la destrucción para quienes abandonan a ella todas sus fuerzas. Queremos salvar esa pasión y amamos esa desgracia, y, por otra parte, nuestras morales oficiales y nuestra razón las condenan. Pág. 20