lunes, 11 de octubre de 2010

SUMISIÓN

"El amante sitia a la Dama. Se lanza a amorosos asaltos a su virtud. La acosa, la persigue, intenta vencer las últimas defensas de su pudor, y tomarlas por sorpresa; finalmente, la Dama se rinde incondicionalmente. Pero entonces, por una curiosa inversión muy típica de la cortesía, es el amante quien será su prisionero. Se convertirá en vasallo de esa señora según la regla de las guerras feudales, exactamente como si fuese él quien hubiese experimentado la derrota."

Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979, pág.249