martes, 25 de enero de 2011

GUÍA DEL DOCUMENTAL (1): PREÁMBULO

Mientras voy traduciendo el documental al griego moderno, con ayuda de Amalía, una nativa, y esperando la magnífica versión latina que generosamente me está enviando Pablo Villaoslada, un auténtico Cicerón del siglo XXI, me dedicaré a comentar las imágenes más significativas de cada uno de los capítulos y su relación con los respectivos textos.



El Lenguaje Del Amor                                                            

 
La Gran Nebulosa de Orión 
(en la parte inferior izquierda, la Nebulosa Cabeza de Caballo). 
La mitología griega asociaba de diversas maneras al dios Amor con la cosmogonía u origen del Universo: en Hesíodo, Eros es una de las tres divinidades primigenias surgidas del Caos (junto con la Tierra y la Noche); en la versión órfica, Eros, que había nacido de un huevo puesto por la Noche, creó el Cielo y la Tierra.

Zeus de Artemisio (siglo V a. C.),
fotografía que tomé en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. 
Zeus es uno de los dioses más temibles del panteón griego: privó del fuego a la Humanidad y, cuando Prometeo lo robó para devolvérselo, Zeus lo encadenó para que un águila le devorara eternamente el hígado, mientras que a los hombres les envió como castigo la primera mujer, Pandora.

Estatua helenística de Afrodita bañándose en cuclillas
tomada en el Museo Nacional de las Termas de Diocleciano, Roma.
Afrodita también es paradigma de divinidad egoísta e inmisericorde: molesta con el casto joven Hipólito, que rendía culto a Ártemis, diosa de la caza y la castidad, le precipitó en la desgracia, al hacer que se enamorara de él su madrastra Fedra, quien, al no verse correspondida, le acusó de haberla violado, provocando a la postre la trágica muerte del joven.

Saturno devorando a sus hijos, de Francisco de Goya (c. 1820).
Del mismo modo que Urano se deshizo de sus hijos porque los odiaba, uno de ellos, Cronos (Saturno) eliminó a los suyos, temiendo que algún día le destronaran.

Apolo y Marsias, de Bartolomeo Manfredi (c. 1615).
El sátiro Marsias desafió a Apolo en un concurso musical. El vencedor podía tratar al vencido como quisiera. Las Musas actuaron como jueces y al resultar ganador Apolo, eligió desollar vivo a Marsias por haberle desafiado.

Detalle de El rapto de la sabina, de Giambologna (1583), 
fotografiado en la Piazza della Signoria, Florencia.
Según la leyenda, el pueblo romano se formó a partir de la unión de los primeros habitantes de la ciudad, todos varones, y las mujeres de los sabinos, a las que raptaron.

Hilas y las ninfas, de John William Waterhouse (1896).
Durante el viaje de los Argonautas, Hilas, favorito de Heracles, fue rapatado en Misia por la ninfa de la fuente Pegea.

Fedra, de Alexandre Cabanel (1880).
Locamente enamorada de Hipólito, Fedra yace día y noche insomne, sin comer y lamentándose, mientras sus esclavas se esfuerzan en vano por ayudarla.

Una mascota silenciosa, de John William Godward (1906).

El Amor, la Muerte y el Más Allá, de Max Kingler (1881).
La Muerte, con su guadaña en la mano, "cabalga" sobre un monociclo precedido por el Amor, que sostiene en sus manos el arco y la flecha.

Joven defendiéndose de Eros, de William-Adolphe Bouguereau (1880).

Dolce far niente, de Godward (1904).
El ocio provoca el enamoramiento.

Aurora Boreal.

La Estrella Polar en el centro de la bóveda celeste (hemisferio norte).

La Nebulosa Burbuja, a 11.000 años-luz en dirección a la Constelación de Casiopea.
La forma globular creada por el viento estelar recuerda el huevo que, en la cosmogonía órfica, puso la Noche tras yacer con el viento. De ese huevo nació Eros.

 Cupido y delfín, escultura romana, siglo II d. de C.
Fotografía tomada en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
La imagen es alegórica: el Amor extiende su poder a todos los reinos, a todos los seres, en este caso, a los marinos.

El poeta favorito, de Sir Lawrence Alma-Tadema (1888).

Safo y Alceo, de Alma-Tadema (1881).
El poeta lesbio Alceo canta un poema al son de la lira, en presencia de Safo y unos jóvenes.