martes, 30 de noviembre de 2010

ACTUALIZACIÓN

Cuando ya estaba acabando la segunda ronda de edición de efectos en los clips de vídeo y los títulos, me veo obligado a hacer una tercera, creo que la definitiva, con el fin de aprovechar una de las prestaciones del Pinnacle Studio 14 que he descubierto durante el trabajo de retoques. Es sorprendente: como si extrajera píxeles de donde no los hay, mejora la calidad de una imagen pequeña, haciendo posible que con el zoom ocupe toda la pantalla de formato 16:9 sin pixelarse ni perder resolución. Un ejemplo. Esta imagen tiene  479 píxeles de ancho x 696 de alto:


Aumentada con Paint, por ejemplo, hasta 1.437 x 2.088 píxeles, su aspecto empeora así:


En cambio, una vez aplicado y procesado en el Pinnacle un zoom de valor 68, la imagen presenta el siguiente aspecto en el reproductor (idéntico al que se verá en el DVD), es decir, el mismo que en su tamaño original:


Maravillas de la tecnología.

sábado, 27 de noviembre de 2010

AMOR INCONCLUSO

Refiriéndose al Roman de la Rose, de Guillaume de Lorris y Jean de Meun:

"El arte de amar no radica tanto en los mandamientos enunciados por el dios de amor cuanto en el carácter inconcluso de la conquista; el amor debe permanecer insatisfecho."

JEAN VERDON, El amor en la Edad Media: La carne, el sexo y el sentimiento, Barcelona, Paidós, 2008   


Sátiro y bacante, de Jean-Jacques Pradier (1834), fotografía que tomé en el Louvre, parcialmente procesada con Gimp. 

jueves, 25 de noviembre de 2010

CAPTURAS DE PANTALLA

Subo varias capturas de pantalla en las que se ven las distintas fases del proyecto. Ésta pertenece al tramo inicial, con el título y los primeros 55 segundos, aunque lo más probable es que al final no quede exactamente así, ya que quiero sustituir el clip del título inicial por un menú con los enlaces a los nueve capítulos, para agilizar el manejo del DVD una vez editado:


Esta captura muestra el minuto 34, que aún no tiene añadidas las transiciones (en la parte izquierda se ven algunas):


A ésta, del minuto 45, le faltan los efectos de vídeo (hasta ahora sólo he utlizado el zoom, pero cuando termine esta ronda, probaré con otros más sofisticados, que quiero reservar para el tramo final):


Y ésta pertenece al final, donde se acumulan muchos clips de vídeo (sin clips de títulos) que recapitulan el contenido de los minutos precedentes. La edición definitiva de este minuto final me llevará todo este fin de semana, ya que quiero sincronizar los clips con la música, que en este tramo tiene varios cambios de ritmo, a diferencia de lo que ocurre en las pistas de audio anteriores:

LA MILICIA DEL AMOR EN PROPERCIO

3.5:

Bastantes duros combates sostengo yo con mi dueña.

sat mihi cum domina proelia dura mea.


3.8:

¡Lánzate a mis cabellos y márcame la cara con hermosas uñas, deja al desnudo mi pecho rasgándome la ropa! Sin duda tengo a la vista señales de verdadero fuego.

tu vero nostros audax invade capillos
    et mea formosis unguibus ora nota,

 fac mea rescisso pectora nuda sinu!
nimirum veri dantur mihi signa caloris.


O contigo o por ti, armas tendré yo siempre con rivales: en ti ninguna paz me agrada.

 aut tecum aut pro te mihi cum rivalibus arma
    semper erunt: in te pax mihi nulla placet.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

ESPERANZA INGENUA

Amor cruel, ¡ojalá pueda ver rotas las flechas, tus armas, y apagadas las antorchas, si es posible! Tú atormentas a un desdichado, tú me obligas a lanzar imprecaciones contra mí mismo y a blasfemar alocadamente. Ya habría acabado con mis desgracias suicidándome, pero Esperanza ingenua alienta mi vida y siempre dice que será mejor el mañana.

acer Amor, fractas utinam tua tela sagittas,
    si licet, extinctas aspiciamque faces!
tu miserum torques, tu me mihi dira precari
    cogis et insana mente nefanda loqui.
iam mala finissem leto, sed credula uitam
    Spes fouet et fore cras semper ait melius.

Tibulo, Elegías 2.6

El motivo de la antorcha apagada está relacionado con el de Eros dormido: en la primera de estas circunstancias es posible librarse de uno de los tormentos del Amor, en la segunda escapar del Amor mismo. Dos fotografías que tomé durante el viaje, en el Palazzo Massimo de Roma y en el Museo del Ágora, en Atenas:


martes, 23 de noviembre de 2010

CAUTIVAR

Una de las palabras que empleamos en relación con el amor es cautivar. ¿Es sólo una metáfora?

Que me ame la joven que recientemente me ha cautivado.

quae me nuper praedata puella est,
    ... amet


Aquí tienes a alguien que será tu esclavo durante largos años; 
aquí tienes a alguien que sabrá amar con fe sincera.

            Accipe, per longos tibi qui deserviat annos;             
accipe, qui pura norit amare fide!

Ovidio, Amores 1.3

Si hay alguien que piense que ser esclavo de una mujer es cosa vergonzosa, 
yo quedaré ante su juicio convicto de tal vergüenza.

Siquis erit, qui turpe putet servire puellae,
    illo convincar iudice turpis ego!

Ibídem 2.17


       "La esclavitud en el pensamiento griego proporciona una potente imagen de sometimiento a la parte inferior, bestial e irracional de la identidad humana, puesto que los esclavos eran a menudo bárbaros considerados sexualmente más indulgentes y apasionados, y por ello “naturalmente” aptos para ser dominados por los superiores griegos. […]

       Como metáfora, pues, la esclavitud sugiere no sólo sometimiento  a la voluntad de otro sino además la pérdida de humanidad, el descenso al mundo natural de las bestias irracionales."

THORNTON, BRUCE S., Eros: the myth of ancient Greek sexuality, pág. 44 


lunes, 22 de noviembre de 2010

AMOR Y AMOR

El tema del amor es apasionante, entre otras razones, porque ni siquiera para definirlo nos ponemos de acuerdo. Me había dado cuenta de esto hacía tiempo, pero lo he visto especialmente claro al realizar este montaje, y sobre todo al intercambiar impresiones y opiniones con distintas personas. Nuestras conversaciones eran en cierto modo diálogos de sordos, ya que mientras yo hablaba del amor como atracción y deseo de unión sexual, esas personas se referían a convivencia dentro de la pareja, cariño y demás sentimientos nobilísimos. Yo llamaba amor a la atracción de Megila por Leena, mientras que mi interlocutora me interrumpía para corregir: "Pero eso no es amor"; yo me lamentaba por no haber podido incluir en mi montaje uno de los aspectos del amor, el de la búsqueda insaciable de una nueva pasión, y otra de mis interlocutoras replicaba con una mezcla de incomprensión e indignación: "Pero eso no es amor, es hedonismo."


Con uno de mis colegas (el que me pasó el libro de Denis de Rougemont) hablaba de esta confusión, o mejor dicho, de esta divergencia, y él me explicaba que al llamar amor a la convivencia matrimonial, por ejemplo, se estaba intentando cuadrar un círculo, dado que el amor poco o nada tiene que ver con la rutina de una pareja.

Todo este galimatías conceptual parte de un hecho antiguo, como de costumbre, un hecho cultural y lingüístico. Los griegos llamaban ἔρως al amor pasional o de pareja, a la atracción sexual, mientras que para el amor entre amigos reservaban la raíz de φιλία y para el amor cristiano el término ἀγάπη.

He aquí una definición de amor-ἔρως:

       Al apetito que, sin control de lo racional, domina ese estado de ánimo que tiende hacia lo recto, y es impulsado ciegamente hacia el goce de la belleza y… es arrastrado hacia el esplendor de los cuerpos, y llega a conseguir la victoria en este empeño, tomando el nombre de esa fuerza que le impulsa, se llama Amor. 

       ἡ γὰρ ἄνευ λόγου δόξης ἐπὶ τὸ ὀρθὸν ὁρμώσης κρατήσασα ἐπιθυμία πρὸς ἡδονὴν ἀχθεῖσα κάλλους, καὶ... ἐπὶ σωμάτων κάλλος ἐρρωμένως ῥωσθεῖσα νικήσασα ἀγωγῇ, ἀπ᾽ αὐτῆς τῆς ῥώμης ἐπωνυμίαν λαβοῦσα, ἔρως ἐκλήθη.

Platón, Fedro 238b-c


El verbo correspondiente es ἐράω "amar", "estar enamorado". Para amar en sentido fraternal o cristiano se usaban ἀγαπάω y φιλέω, como se aprecia muy bien en Juan 21:16-17 

Y volvió a decirle por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Pedro le dijo: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Le dijo por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?"

λέγει αὐτῷ πάλιν δεύτερον Σίμων Ἰωνᾶ, ἀγαπᾷς με; λέγει αὐτῷ Ναὶ Κύριε, σὺ οἶδας ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ τρίτον Σίμων Ἰωνᾶ, φιλεῖς με; 

En cambio, los romanos empleaban en todos estos casos el sustantivo amor y el verbo amare. Amas a alguien simplemente si te cae bien, como vemos en Cicerón, Cartas a Ático 9.18.1 (después de entrevistarse con Julio César):

Creo, pues, que no le agrado

Credo igitur hunc me non amare

Y lo amas si deseas unirte sexualmente a él, como Ovidio, Amores 3.11b:

recrimino tu falta de moral, pero amo tu cuerpo

aversor morum crimina — corpus amo


 
Las lenguas modernas de Occidente han heredado de la cultura latina antigua y medieval esta anfibología: amar, amare, aimer, love, lieben... Y ya no podemos librarnos de los diálogos de sordos, como no podemos librarnos del Amor.


Hay un libro sobre este tema: Edith Fischer, Amor und Eros: eine Untersuchung des Wortfeldes "Liebe" im Lateinischen und Griechischen, 1973 ("Amor y Eros: un análisis del campo semántico del amor en latín y griego").

TODAS ME GUSTAN

No es un determinado tipo de belleza el que provoca mi amor. Son cien los motivos para que yo siempre esté enamorado. Si hay alguna que baja hacia sí sus vergonzosos ojos, me abraso por ella y ese su pudor es para mi una asechanza; si hay alguna que sea atrevida, me veo cautivado por ella, porque no es pueblerina y promete ser inquieta en el blando colchón; si alguna me ha parecido desabrida, émula de las severas sabinas, pienso que me quiere pero que en el fondo lo disimula; si eres culta, me agradas por poseer tan insólitas cualidades; si eres ruda, me resultas placentera por tu sencillez. Hay una que dice que, al lado de los míos, los versos de Calímaco son rústicos: a la que le gusto, al momento ella también me gusta a mí; hay también una que me censura como poeta y que critica mis versos: quisiera tener debajo de mí muslo a la que me critica. Es sensual en sus andares: me cautiva su movimiento; otra es altiva: pero podría ablandarse al contacto con un hombre. A ésta, porque canta dulcemente y modula con facilidad su voz, quisiera darle besos furtivos mientras está cantando. Esta pulsa con su hábil pulgar las quejumbrosas cuerdas: ¿quién puede dejar de amar manos tan sabias? Esa me place por sus ademanes, mueve los brazos con ritmo y dobla su cadera delicada de modo sensual. Para callar sobre mí, que por cualquier motivo me veo seducido, pon al lado de ésa a Hipólito y se convertirá en Priapo. Tú como eres tan alta, te pareces a las antiguas heroínas y puedes abarcar el lecho entero cuando yazcas sobre él. Esta es manejable por lo pequeña que es; ambas me destrozan: se avienen con mi deseo tanto la alta como la baja. Si no se arregla, me imagino cuánto podría aumentar sus encantos si se arreglara. Va adornada: entonces es que exhibe sus propias cualidades. Me cautivará una muchacha de pálida tez, me cautivará una rubia. También en la tez morena hay un atractivo seductor. Si unos cabellos oscuros cuelgan sobre un cuello de color nieve, Leda fue digna de admiración por su cabellera negra. Si son rubios, también la Aurora estaba atractiva con sus cabellos azafranados. A todas las leyendas se adapta mi amor. La edad juvenil me atrae y me seduce la edad más madura: una destaca por su hermosura exterior, la otra por su modo de ser. En resumen, mi amor está al acecho de todas esas mujeres que gozan de prestigio en Roma entera.

Ovidio, Amores 2.4

"DIÁLOGO DE LAS CORTESANAS", DE LUCIANO

Diálogo de las cortesanas                                                            

domingo, 21 de noviembre de 2010

EL AMOR EN LA VEJEZ

Iré subiendo a partir de hoy los pasajes que no han tenido cabida en el montaje, tanto de obras literarias antiguas como de estudios y ensayos modernos.

Otra vez Eros, mirándome lánguidamente con sus ojos bajo sus párpados oscuros, con mil incitaciones me empuja dentro de la red inextricable de Afrodita. Le temo según viene, igual que un caballo sufridor del yugo que compite en los Juegos a la vejez mal de su grado con el carro veloz entra en la carrera. 

Íbico, 287

Traducción de Francisco Rodríguez Adrados

EL LENGUAJE DEL AMOR

Hoy he llegado al final del montaje, al minuto 47. Sin embargo, no lo he terminado. Ahora tengo por delante una tarea en cierto modo menor (en comparación con la elaboración del guión, la elección de textos, imágenes y música, el procesamiento de las fotografías y la edición básica del videomontaje), pero muy importante: añadir efectos a los clips de vídeo y a los títulos.

El título será El lenguaje del Amor. Consta de nueve partes, una introducción y ocho capítulos, cada uno centrado en uno de los símbolos o términos asociados al Amor en el arte y en la lengua, tanto literaria como cotidiana:

1. Introducción.

2. La rosa.

3. Las alas.

4. La flecha.

5. La conquista.

6. La locura.

7. El fuego.

8. El remedio.

9. La eternidad.

Los textos literarios pertenecen principalmente a Ovidio (Amores y Remedios contra el amor), Propercio y Tibulo, pero también a Catulo, Aquiles Tacio, Longo de Lesbos, Platón, Hesíodo, Safo, Sófocles, Mimnermo, Anacreonte, Marcial, Calímaco, Meleagro, Mosco de Siracusa e Himno Órfico a Eros.

Todos los autores griegos y romanos hablan del Amor con una sola voz, y lo seguimos haciendo nosotros, a pesar de no darle importancia, cuando regalamos rosas, cuando decimos "amar con locura", "embelesar", "hechizar", "cautivar", "morir de amor", "flechazo", "alianza", "conquista", "pasión", "traición", "desengaño"...


Tanto en el blog como en la descripción de los vídeos de Youtube iré transcribiendo los textos junto con la información sobre la procedencia de las imágenes que los acompañan, como esta de una estatuilla de Myrina (Misia, Turquía), que representa a Eros quemando sobre un pequeño altar al alma, simbolizada por una mariposa (Museo Británico):


A través de estos textos e imágenes, el alumno puede iniciarse en un tema generalmente olvidado en la enseñanaza del Griego, el Latín y la Cultura Clásica, a pesar de la importancia de la poesía lírica en el mundo antiguo y la omnipresencia de los símbolos relacionados con el Amor en el arte clásico, neoclásico e incluso contemporáneo. Espero que con este montaje vean, por una parte, que la poesía lírica no habla de temas ajenos a su vida diaria y, por otra, que una obra de arte no es sólo lo que ven con sus ojos, sino lo que alegóricamente representa.

domingo, 14 de noviembre de 2010

QUIÉNES HACEN LA GUERRA

"El hecho de que, en la antigua Grecia, los profesionales de la guerra fueran sólo hombres no permite asumir que sólo ellos fueran generadores de violencia, ni que la posición de víctima, la del lado del pasivo llanto, sea la única posible para la mujer en un contexto agresivo. [...]

Nuestra encuesta sobre el conflicto marcado por la división sexual niega como punto de partida el carácter sistemático de la ecuación «violencia es a masculinidad lo que hedonista pacifismo a feminidad»."

Ana Iriarte & Marta González 
Entre Ares y Afrodita. Violencia del erotismo y erótica de la violencia en la Grecia antigua, pág. 12.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

AMOR SECRETO

Antonio Rossetti, Amor Secreto, 1876, en la Walker Art Gallery de Liverpool:


ENTRE ARES Y AFRODITA

El viernes me compré Entre Ares y Afrodita. Violencia del erotismo y erótica de la violencia en la Grecia antigua (Madrid, Abada Editores, 2010), un estudio escrito conjuntamente por Ana Iriarte, Doctora por el ÉHÉSS de París y Profesora de Historia Antigua en la Universidad del País Vasco, y Marta González, Doctora en Filología Clásica y Profesora de Filología Griega en la Universidad de Málaga.

Iré reproduciendo en los próximos días algunos fragmentos de este interesantísimo libro, porque no tiene desperdicio. Hoy me limitaré a citar parte de la nota editorial que aparece en la contraportada de la obra. En mi opinión, no sobra ni una coma:

"La fuerza bruta y la persuasión erótica, también irresistible. Dos formas de doblegar, de imponer el propio criterio, en modo alguno equivalentes entre sí, pero comparadas por los griegos como fuerzas que, en el seno del matrimonio, actúan en beneficio exclusivo de una de las partes. Así quedó expresada, en la primera obra de la literatura occidental, la tensión inherente a la alianza por excelencia entre hombre y mujer; alianza proclive a abrigar el intento por cada una de las partes de 'subyugar' a la otra, cuando no solidaria de la "afeminada" venganza.

Son violencias acordes con la antigua división de los roles sexuales o, si se prefiere, 'guerra de sexos' desde la que el presente libro se propone acceder a hilos de pensamiento capaces de elucidar un tipo de conflicto que la modernidad, cargada con el lastre del pasado, sigue estando lejos de resolver."

martes, 9 de noviembre de 2010

ACTUALIZACIÓN

Con 38 minutos de montaje ya casi ultimados (calculo que me quedan otros 10), las ideas están ya bastante definidas:

1.  Lo he dividido en 7 (u 8) capítulos, aparte de una introducción.

2. Cada uno, incluida la introducción, consta de dos partes: una expositiva, con breves explicaciones mías, y a continuación otra literaria que la ilustra, con extractos de autores antiguos, casi exclusivamente poetas.

3. La mayor parte de los autores citados son latinos (sobre todo, Ovidio y Propercio, pero también Tibulo, Catulo y Marcial, entre otros), debido a su mejor estado de conservación, pero todos los tópicos que aparecen en las citas fueron explotados ya por los griegos: no hay línea divisoria. Un ejemplo, Teócrito, Idilio 6.19 y Ovidio, Amores 2.19.36:

Huye de quien la quiere y al que no la quiere persigue

(καὶ φεύγει φιλέοντα καὶ οὐ φιλέοντα διώκει)

Huyo de lo que me sigue y sigo a lo que me huye

(quod sequitur, fugio; quod fugit, ipse sequor)

4. Por este mismo hecho puramente circunstancial, el "tipo" de amor referido en cada pasaje es casi exclusivamente heterosexual, ya que la poesía homoerótica no fue tan cultivada por los autores romanos, pero una vez más el resultado es indiferente: cada tópico, cada verso es aplicable a cualquier "clase" de amante, puesto que el amor es el mismo para todos (Virgilio, Geórgicas 3.244).

 5. También por eso mismo he evitado emplear los teónimos Eros y Cupido, y los he unificado bajo la forma castellana Amor. Se trata siempre del mismo dios, de la misma fuerza natural, y en todo caso, el guión del montaje no tenía cabida para ese tipo de explicaciones.

6. Todas las imágenes de esculturas aparecen con fondo negro, después de haber sido procesadas con Gimp, como ésta de Henri-Joseph Ruxthiel, Zéphyr et Psyché, que tomé en el Louvre. El resultado siempre es superior al de la imagen original, ya que elimina el fondo natural del museo, repleto de elementos extraños, resalta la figura que interesa y a veces, al borrar parte de la imagen original (aquí, la roca que sirve de base) refuerza el efecto buscado por el artista, en este caso, la sensación de vuelo (el viento Zéfiro lleva en volandas a Psique, el Alma):