lunes, 10 de enero de 2011

EL DESEO

"Tomar, domar, invadir: el deseo actúa como una fuerza repentina y totalmente externa en el cuerpo [...] de los hombres. [...]

El hombre sometido al deseo es pasivo y se halla a su merced. Cuando éros le aprehende, no le queda otro camino que seguir de manera automática las normas de la seducción, o bien, como en el mundo de los filósofos, llevar a cabo el aprendizaje de la enkráteia, el autocontrol. Pero el hombre no es el único que padece estas ataduras, pues dioses y animales son muy semejantes. [...]

Afrodita somete a la ley del deseo a todo aquel que vive y se mueve: dioses, mortales y bestias de la tierra y el mar."

GIULIA SISSA & MARCEL DETIENNE, La vida cotidiana de los dioses griegos, Madrid, Ediciones Temas de Hoy, 1994, págs. 61-62


Este camafeo, conservado en el Museo de Brooklyn, representa al Deseo (Hímeros, con la antorcha, que simboliza la pasión ardiente) llevando atados al Amor (Éros) y al Alma (Psyché), unidos en ceremonia nupcial:


Estas esculturas de Thorvaldsen hacen alusión al dominio que Eros ejerce sobre todos los animales, terrestres:


y marinos:


Esta fotografía la tomé en Munich:


 Y ésta en Nápoles (la he procesado para el montaje, para ilustrar un verso de Ovidio):