miércoles, 4 de agosto de 2010

ITALIA

Ayer dejé Grecia, un día después de que acabara la huelga de transportistas que tanto fastidió mis planes de ir en coche a distintos lugares, y hoy ya estoy en Nápoles. El viaje por autopista desde el puerto de Bari hasta Nápoles apenas tiene montañas, y conforme se va dejando Apulia y entrando en Campania, el paisaje se va volviendo más y más frondoso:



Lo que he visto de la ciudad me ha parecido bastante destartalado (quedan aparte sus mujeres, que al igual que en otras partes de Italia, son en su mayoría de una belleza voluptuosa), y el Museo Arqueológico Nacional me ha decepcionado, no por su colección de esculturas, que está bien, sino porque las salas de los mosaicos y frescos están cerradas por obras. He fotografiado, entre otras cosas, esta curiosa escultura, precisamente de Eros jugando con un delfín: