sábado, 9 de octubre de 2010

AMOR Y MATRIMONIO

"Estas son las fuerzas presentes: por una parte, una moral de la especie y de la sociedad en general, pero más o menos impregnada de religión; es lo que se llama la moral burguesa; por otra, una moral inspirada por el ambiente cultural, literario, artístico; es la moral pasional o novelesca. Todos los adolescentes de la burguesía occidental son criados en la idea del matrimonio, pero al mismo tiempo están bañados en una atmósfera romántica mantenida por sus lecturas, por los espectáculos y por mil alusiones cotidianas, en las cuales se subentiende poco más o menos que la pasión es la prueba suprema, que todo hombre debe un día conocerla y que la vida sólo puede ser vivida plenamente por los que "pasaron por ahí". Y la pasión y el matrimonio son por esencia incompatibles. Sus orígenes y sus finalidades se excluyen. De su coexistencia en nuestras vidas surgen interminablemente problemas insolubles y ese conflicto amenaza permanentemente a todas nuestras "seguridades" sociales."

Pág. 279


Denis de Rougemont: El Amor y Occidente, Barcelona, Kairós, 1979

5 comentarios:

  1. Querido José Antonio, como ya surgió a hora nocturna el fin de semana anterior, la palabra "amor", rica en variados contenidos semánticos, encierra múltiples sentimientos. Por ello, aunque entiendo al ensayista Denis de Rougemont, desconocido previamente para mí, no comparto su pensamiento. Se podría decir que el matrimonio es la escenificación legal del "amor". Y si de la mano del amor van bastantes cosas, y una de ellas es esa escenificación legal y, por supuesto, la pasión. Entonces no parece posible compartir esa afirmación rotunda del autor de que "la pasión y el amor son por esencia incompatibles. Sus orígenes y sus finalidades se excluyen", y la frase siguiente -igual de rotunda, casi tajante- ya me parece que camina hacia el terreno de lo insostenible o absurdo.
    En fin, te escribo algo que es simplemente poner por escrito los pensamientos que surgieron rápidos en nuestro caminar en un coche por las calles nocturnas de Madrid... Y a ver si nos asaltan ese amor y esa pasión, tan necesarios en la vida... De lo otro, de la escenificación o contrato legal, a mi juicio, se puede perfectamente prescindir. En eso sí coincidimos, un abrazo, José Antonio.

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  2. Corrección de lapsus, aunque es evidente, pues estaba en la cita, "la pasión y el matrimonio". Por aclararlo aún más, de la mano del matrimonio van también muchas cosas, y una de ellas puede y debería ser (atención que no escribo "debe")la pasión. Una escenificación legal del amor sin pasión es como un poema sin sentimientos... Algo bastante triste y superfluo.

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  3. Cómo suena ese "nuestro caminar en un coche por las calles nocturnas de Madrid". Casi tan mal como el "asalto" del amor.

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  4. ¿Qué sería del amor sin la pasión y de la pasión sin el amor?
    Hace pocas horas la experiencia, una vez más, me recordó que sin la emoción propia de la pasión el amor no llega, por mucho que le queramos abrir las puertas.
    Y...cómo mantener un amor sin pasión...al mirar, al oler, al besar...difícilmente un amor de verdad perdura (matrimonio pleno) si la pasión, puntualmente al menos, brilla.
    Un saludo, mc.

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  5. ¿Hace pocas horas? ¿Puedes dar detalles?

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