Ayer dejé Grecia, un día después de que acabara la huelga de transportistas que tanto fastidió mis planes de ir en coche a distintos lugares, y hoy ya estoy en Nápoles. El viaje por autopista desde el puerto de Bari hasta Nápoles apenas tiene montañas, y conforme se va dejando Apulia y entrando en Campania, el paisaje se va volviendo más y más frondoso:
Lo que he visto de la ciudad me ha parecido bastante destartalado (quedan aparte sus mujeres, que al igual que en otras partes de Italia, son en su mayoría de una belleza voluptuosa), y el Museo Arqueológico Nacional me ha decepcionado, no por su colección de esculturas, que está bien, sino porque las salas de los mosaicos y frescos están cerradas por obras. He fotografiado, entre otras cosas, esta curiosa escultura, precisamente de Eros jugando con un delfín:
Has llegado a la ciudad donde se comen las mejores pizzas del mundo, con mozzarella de búfala, por algo es la ciudad origen de este sencillo pero exquisito manjar. Ya sé que parece frívolo mezclar a Eros con pizzas pero no sólo de amor vive el hombre....... así que no puedes abandonar Nápoles, ciudad en principio caótica, sucia y con fama de mafiosa pero llena de encanto, sin degustar una superpizza napolitana, una bufalina por ejemplo. Déjate guiar por Polichinela que es un gran vividor. Buen viaje por Italia.
ResponderEliminarGracias por la recomendación, Cal. Y en cuanto a la frivolidad, ¿existe algo más frívolo que Eros? Fíjate en la fotografía.
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