No me avergüenza decir la verdad, ni confesar el hastío
nacido de una vida como la mía, que ha sufrido tantas desgracias.
nacido de una vida como la mía, que ha sufrido tantas desgracias.
nec mihi uera loqui pudor est uitaeque fateri,
tot mala perpessae, taedia nata meae
tot mala perpessae, taedia nata meae
¡Que ese niño no te eche encima sufrimientos como los míos,
ni todo lo que mis lágrimas han conocido!
et tibi non umquam nostros puer iste labores
afferat et lacrimis omnia nota meis!
Tú no seas débil,
ni persigas a quien huye, ni vivas desdichado;
resiste con obstinación, aguanta.
tu quoque impotens noli,
nec quae fugit sectare, nec miser uiue,
sed obstinata mente perfer, obdura.
Un placer leer esos versos de tus manos.
ResponderEliminarSaludos
Eso suena un tanto erótico, pero gracias de todos modos.
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